Post by Nadica (She/Her) on Nov 19, 2024 1:51:27 GMT
El Covid no es un catarro - 17/11/2024
Sinopsis
El miedo al COVID disminuye con el paso del tiempo. Con cada nueva ola de contagios, con cada nueva cepa, tanto ciudadanos como las autoridades bajan la guardia. Pero existe un colectivo que aumenta. Un cinco por ciento de los pacientes contagiados por COVID, desarrollarán poco después, alguno de los 200 síntomas del COVID persistente. Por eso, nos cuentan que la mejor forma de evitar llegar a esta situación es evitar contagiarse de COVID: prevención y vacunación. Es el mensaje de los médicos.
Para todos los que ya sufren COVID persistente, el día a día es difícil. Una fatiga general que aparece con el mínimo esfuerzo, les desespera y les obliga a bajas laborales continuas, ostracismo social, y con todo ello, depresión y ansiedad. Además, entre los síntomas cuentan con dolores articulares, problemas digestivos, alteraciones del sistema inmunológico, problemas cardíacos, nefríticos, neurológicos, como alucinaciones olfativas y auditivas, vértigos, etc. que les impiden tener una vida normal. Todo ello, en los pacientes adultos, repercute en sus rutinas laborales, por lo que muchos pierden el trabajo y tienen serios problemas para conseguir la incapacidad permanente. Los más jóvenes, deben adaptar sus vidas a esta nueva realidad: estudiar desde casa, y cambiar sus rutinas de ocio.
El COVID persistente condiciona también la lucha de los pacientes por sus propios derechos, porque cada día están más agotados. La mínima gestión, les comporta un esfuerzo tal que les deja agotados el resto del día. Del trabajo conjunto con investigadores, virólogos, médicos de familia, especialistas en cada una de las áreas médicas afectadas, pero también con responsables jurídicos, laborales y sanitarios de la administración, confían en que puedan encontrarse soluciones.
Es un reportaje de Virginia Solà Díaz
Synopsis
Fear of COVID diminishes with time. With each new wave of infections, with each new strain, both citizens and authorities let their guard down. But there is a group that is increasing. Five percent of patients infected with COVID will develop, shortly after, one of the 200 symptoms of persistent COVID. That is why we are told that the best way to avoid getting into this situation is to avoid getting infected with COVID: prevention and vaccination. This is the message from doctors.
For all those who already suffer from persistent COVID, day to day life is difficult. A general fatigue that appears with the slightest effort drives them to despair and forces them to take continuous sick leave, social ostracism, and with all this, depression and anxiety. In addition, the symptoms include joint pain, digestive problems, alterations in the immune system, cardiac, kidney, neurological problems, such as olfactory and auditory hallucinations, vertigo, etc. that prevent them from having a normal life. All of this, in adult patients, affects their work routines, so many lose their jobs and have serious problems obtaining permanent disability. The youngest must adapt their lives to this new reality: study from home, and change their leisure routines.
Long-term COVID is also affecting patients' fight for their own rights, as they are increasingly exhausted by the day. Even the smallest of tasks requires such an effort that they are exhausted for the rest of the day. Through joint work with researchers, virologists, family doctors, specialists in each of the affected medical areas, but also with legal, labour and health officials from the administration, they are confident that solutions can be found.
This is a report by Virginia Solà Díaz
Sinopsis
El miedo al COVID disminuye con el paso del tiempo. Con cada nueva ola de contagios, con cada nueva cepa, tanto ciudadanos como las autoridades bajan la guardia. Pero existe un colectivo que aumenta. Un cinco por ciento de los pacientes contagiados por COVID, desarrollarán poco después, alguno de los 200 síntomas del COVID persistente. Por eso, nos cuentan que la mejor forma de evitar llegar a esta situación es evitar contagiarse de COVID: prevención y vacunación. Es el mensaje de los médicos.
Para todos los que ya sufren COVID persistente, el día a día es difícil. Una fatiga general que aparece con el mínimo esfuerzo, les desespera y les obliga a bajas laborales continuas, ostracismo social, y con todo ello, depresión y ansiedad. Además, entre los síntomas cuentan con dolores articulares, problemas digestivos, alteraciones del sistema inmunológico, problemas cardíacos, nefríticos, neurológicos, como alucinaciones olfativas y auditivas, vértigos, etc. que les impiden tener una vida normal. Todo ello, en los pacientes adultos, repercute en sus rutinas laborales, por lo que muchos pierden el trabajo y tienen serios problemas para conseguir la incapacidad permanente. Los más jóvenes, deben adaptar sus vidas a esta nueva realidad: estudiar desde casa, y cambiar sus rutinas de ocio.
El COVID persistente condiciona también la lucha de los pacientes por sus propios derechos, porque cada día están más agotados. La mínima gestión, les comporta un esfuerzo tal que les deja agotados el resto del día. Del trabajo conjunto con investigadores, virólogos, médicos de familia, especialistas en cada una de las áreas médicas afectadas, pero también con responsables jurídicos, laborales y sanitarios de la administración, confían en que puedan encontrarse soluciones.
Es un reportaje de Virginia Solà Díaz
Synopsis
Fear of COVID diminishes with time. With each new wave of infections, with each new strain, both citizens and authorities let their guard down. But there is a group that is increasing. Five percent of patients infected with COVID will develop, shortly after, one of the 200 symptoms of persistent COVID. That is why we are told that the best way to avoid getting into this situation is to avoid getting infected with COVID: prevention and vaccination. This is the message from doctors.
For all those who already suffer from persistent COVID, day to day life is difficult. A general fatigue that appears with the slightest effort drives them to despair and forces them to take continuous sick leave, social ostracism, and with all this, depression and anxiety. In addition, the symptoms include joint pain, digestive problems, alterations in the immune system, cardiac, kidney, neurological problems, such as olfactory and auditory hallucinations, vertigo, etc. that prevent them from having a normal life. All of this, in adult patients, affects their work routines, so many lose their jobs and have serious problems obtaining permanent disability. The youngest must adapt their lives to this new reality: study from home, and change their leisure routines.
Long-term COVID is also affecting patients' fight for their own rights, as they are increasingly exhausted by the day. Even the smallest of tasks requires such an effort that they are exhausted for the rest of the day. Through joint work with researchers, virologists, family doctors, specialists in each of the affected medical areas, but also with legal, labour and health officials from the administration, they are confident that solutions can be found.
This is a report by Virginia Solà Díaz